COLABORACIÓN EN EL CORAZÓN DE LA MISIÓN - ILO
Taller en Ilo: Programa de Desarrollo Humano Integral.- «Madurez humana y afectiva»
Colaboración en el corazón de la Misión

“Cada etapa del ciclo vital presenta sus propios desafíos e invita una respuesta de la persona que sea coherente con lo que ha vivido.”

Uno de los puntos que fue motivo de reflexión y que generó un diálogo interesante fue la “madurez humana”. El equipo de participantes subrayó algunas ideas importante sobre este tema tan cotidiano para nuestra vida espiritual y afectiva a partir del texto del P. Kevin Flaherty. Todo este diálogo se generó dentro del programa “Colaboración Continua – “Colaboración de la Misión”. Esta vez nos reunimos el 16 de mayo del 2018 en el puerto Ilo para continuar con nuestros talleres sobre Desarrollo Humano Integral.
El tema que hemos compartido ha sido “Afectividad y Espiritualidad”. a partir de un articulo del P. Kevin Flaherty SJ . Han participado nuestros colaboradores del Centro Cristo Rey, Fe y Alegría Ilo y el Ceop Ilo.

¿Qué significa la madurez humana? Si miramos nuestra vida diaria podemos asumir que estamos siempre en camino y en relación permanente con otras personas. Este dinamismo exige de nosotros el saber vivir en relación, además de ir aprendiendo a desplegar nuestra identidad por medio de la intimidad, generosidad e integración. El P. Kevin nos dice que un indicador de la madurez es la capacidad que tenemos de darnos a otros de manera “mutua, consciente y responsable”
Desde el punto de vista del proyecto cristiano madurez es poder decir quiero amar como Jesús nos ama. Nunca podremos alcanzarlo plenamente, pero será posible caminar juntos, crear familias y comunidades, y no dejar de participar en el proyecto de construir un mundo mejor.
¿Qué significa la madurez afectiva? “hemos visto que la madurez es algo progresiva. Es posible decir: “¡qué inmaduro es este niño!”, o lo contrario, señalar que un adolescente es muy maduro a pesar de momentos de comportamientos típicos de su edad.

Esto se debe a las distintas etapas de desarrollo. Hay una madurez apropiada durante la niñez, la adolescencia y a los 25 años. En cada etapa se presenta las crisis: un joven escoge cómo y con quién va a vivir, como también puede haber una crisis a mitad de nuestra vida y en los últimos años cuando los mayores hacen una síntesis del sentido de su vida. Cada etapa del ciclo vital presenta sus propios desafíos e invita una respuesta de la persona que sea coherente con lo que ha vivido.