Ejercicios Espirituales
Material para hacer y vivir los Ejercicios Espirituales de San Ignacio
Experiencia de Ejercicios Espirituales

AGRADECER TANTO BIEN RECIBIDO
Material para hacer y vivir los Ejercicios Espirituales de San Ignacio
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El autor de esta propuesta de Ejercicios Espirituales nos dice lo siguiente:
Nuestro Primer Mundo prefiere ignorar la cuestión sobre Dios. El viejo dicho de Wittgenstein -«de lo que no podemos hablar con exactitud, mejor es callarse«- parece haber acabado drásticamente con una búsqueda que antaño polarizó lo más granado de su reflexión y sus sentimientos. Inmersas ahora sus gentes en un bienestar material antes desconocido, no creen necesitar ya nada más ni a nadie más. Si no pueden resolver el misterio de Dios, ¿qué necesidad tienen ya de reservarle un espacio interior tan denso de afectos?
El resultado de esta renuncia no ha sido, ciertamente, mejor en términos de felicidad o sentido gozoso de la vida. No pocos opinan que ha ocurrido lo contrario. Pero la salida de la aporía no resulta fácil. El hombre y la mujer de hoy, que tan a menudo se preguntan si de verdad es posible amar incondicionalmente a alguien, ¿por qué habrían de amar tan a fondo perdido a ese misterio al que llamamos Dios?
Tampoco los creyentes -es verdad- les ayudamos habitualmente a resolver la cuestión. La imagen que les ofrecemos al hablar de Dios es exageradamente normativa -¡cuántas normas morales, pretendidamente apodícticas, en nombre de Dios!- y otras veces, sólo ritualista -¡cuántos símbolos añejos inexplicables o inexplicados!-. Pese a ser todos ellos elementos valiosos para el creyente, ni los Catecismos, ni los mandamientos morales, ni los ritos litúrgicos, consiguen por sí mismos representar a Dios, para los que aún no creen en Él o creen ahora menos. ¿Dónde y cómo tropezar existencialmente con Dios?
Acertó Karl Rahner hace casi medio siglo con su previsión, entonces desconcertante, de un siglo XXI en el que los cristianos «o serían místicos, o no serían ya cristianos«. En ello estamos ahora ya de lleno. Sin experiencia personal de Dios es bien difícil alcanzar, o mantener, una fe en su existencia que el día a día tambalea.
Creo que ésta es, en muy buena parte, la explicación del revival de los Ejercicios ignacianos al que estamos asistiendo. Probablemente no hay otro método igual en la Iglesia para unificar a niveles profundos pensamientos y sentimientos; para bajar las cosas de la cabeza al corazón; para curar de una vez las heridas que la vida amontona; para salir generosamente de sí mismo y sentirse a la vez incondicionalmente aceptado por Otro mayor; para dejarse ordenar las aspiraciones y deseos en los niveles más hondos de la propia conciencia; para evangelizar los propios sótanos y liberarse de la soberbia encapsulada en ellos; para tomar conciencia de los muchos autoengaños que desvirtúan nuestro caminar; para dejarse seducir por un modelo al que imitar en las duras y en las maduras; para recabar una mirada alegre, tolerante y benévola sobre el mundo; para integrar la doble búsqueda de Dios en la oración y en la acción…
De esa experiencia, dando y haciendo1 Ejercicios Espirituales ignacianos, nacen estas páginas. Son muy deudoras de los ejercitantes a los que he acompañado en ellos, porque al escucharles «cómo les iba» me han hecho entender mucho mejor los pasos que marcaba San Ignacio en el proceso y que yo mismo acababa poco antes de recordarles… y casi siempre me han renovado además el lenguaje y las imágenes a utilizar para los Ejercicios siguientes.
1 Utilizo fielmente la terminología propuesta por San Ignacio, que sólo habla del «que da» y del que «recibe o hace» Ejercicios. Por comodidad aceptaré los sustantivos «ejercitador» y «ejercitante». En ningún caso me serviré de los términos al uso, «director» o «predicador», absolutamente inapropiados.
Sobre todo, estas páginas son deudoras de una Presencia oportuna, puntual e inmerecida, que ha ido poniendo dentro de mí, cada vez que me he puesto a dar Ejercicios, palabras y comparaciones que antes no había pensado ni formulado suficientemente bien. Pero que a partir de entonces -también es cierto-, ni las he olvidado, ni estoy dispuesto a olvidarlas. La conciencia viva y nítida de ser simple mediación de un Protagonista mayor es experiencia repetida de todos los que intentamos dar, con fiel exactitud, el método ignaciano2.
2 Es sustancial al método ignaciano este consejo dirigido al que da Ejercicios: «deje obrar inmediate al Criador con la criatura, y a la criatura con su Criador y Señor» [15], porque sin él no se entienden éstos. [Los números entre corchetes harán referencia siempre al libro de los Ejercicios de San Ignacio].
Al hacer memoria de los agradecimientos personales que ahora en justicia debería expresar, no tengo duda sobre algunos nombres de personas que merecerían junto a mí prohijar este libro. Pero también es justo dejados en el secreto del Regalador y Señor de todos. Todas ellas saben de sobra lo que es más suyo que mío.
Con verdad puedo ofrecer ahora este resultado a todos aquellos que me han dicho alguna vez que algo de lo que yo les decía les hablaba de Dios. Si no les hubiera creído un poco -sin haber asimilado todavía la sorpresa-, no me hubiera decidido a redactar estas páginas.
Al término de cada capítulo pongo unos ejercicios prácticos, que permiten tener varias reuniones de grupo sobre estos temas. Están propuestos de esta forma para que faciliten hacer la experiencia de los Ejercicios ignacianos de ocho días, individualmente o en grupo -haciendo, por ejemplo, dos ejercicios seguidos cada día, después de haber leído la explicación correspondiente a cada etapa del proceso-. ¡Ojalá sirvan!
A continuación les presento el índice del presente documento
FUENTE DE ESTA PROPUESTA DE EJERCICIOS/ Instituto Teológico de Vida Religiosa / Erlijioso Bizitzaren
Antonio Guillén, sj
EDITORIAL FRONTERA
Victoria – Gazteiz
Índice
Presentación…………………………………………………………………………………………….. 7
- Para entrar en oración (Principio y Fundamento)………………………………………. 11
- Las dificultades para orar………………………………………………………………….. 11
- Sólo Dios basta……………………………………………………………………………… 13
* EJERCICIO 1°: «Soy Dios y no hombre»…………………………………………….. 16
- Soy pecador perdonado (Primera Semana)……………………………………………… 17
- Para sentir la bondad de Dios…………………………………………………………….. 17
- Ni fariseísmo ni culpabilidad……………………………………………………………… 19
- ¡Acepta que eres aceptado!………………………………………………………………… 22
* EJERCICIO 2°: Ante el Padre Regalador……………………………………………… 25
* EJERCICIO 3°: «Sobreabundó la misericordia»…………………………………….. 26
III. El equipo somos dos (Segunda Semana)………………………………………………… 27
- ¿En qué te puedo ayudar?………………………………………………………………….. 27
- Contemplando una vida…………………………………………………………………….. 29
- Ni autoengaños ni mentiras………………………………………………………………… 31
- Un amor con locura………………………………………………………………………….. 34
- Caminando hacia Jerusalén……………………………………………………………….. 37
* EJERCICIO 4°: ¡Tenemos arreglo!……………………………………………………… 40
* EJERCICIO 5°: El estilo de Jesús……………………………………………………….. 41
* EJERCICIO 6°: El equipo somos dos………………………………………………….. 42
* EJERCICIO 7°: «Pasó haciendo el bien»……………………………………………… 43
* EJERCICIO 8°: Se ganó la muerte………………………………………………………. 44
- El mal vencido a fuerza de bien (Tercera Semana)…………………………………. 45
- Un guía para las situaciones difíciles……………………………………………………. 45
- La respuesta a la maldad humana……………………………………………………….. 48
- El largo silencio de Dios…………………………………………………………………… 51
* EJERCICIO 9°: «¡Cuánto he deseado esta Cena!»…………………………………. 56
* EJERCICIO 10°: Apresado como malhechor………………………………………… 57
* EJERCICIO 11°: «¡Padre, perdónales!»……………………………………………….. 58
* EJERCICIO 12°: ¡El Padre sabrá!……………………………………………………….. 59
- Era necesario pasar por ahí (Cuarta Semana)………………………………………….. 61
- ¡El Padre sigue amando al mundo!…………………………………………………….. 61
- El grupo de los restaurados……………………………………………………………….. 64
- Comenzando una vida nueva……………………………………………………………… 67
* EJERCICIO 13°: «Mi Padre y vuestro Padre»………………………………………. 70
* EJERCICIO 14°: Un desayuno en la playa…………………………………………… 71
* EJERCICIO 15°: «Recibiréis mi fuerza»………………………………………………. 72
- Agradecer tanto bien recibido (Contemplación para alcanzar amor) ……….. 73
- Encontrar a Dios en todas las cosas…………………………………………………….. 73
- Vivir en un brindis permanente…………………………………………………………… 76
* EJERCICIO 16°: Agradecer tanto bien recibido……………………………………. 80
Bibliografía recomendada………………………………………………………………………….. 81
RETIRO: La fe de Jesús nos sostiene- José Arregui, ofm 83