P. CARLOS CARDÓ S.J.
Los profetas anunciaron la promesa divina del Buen Pastor
Un futuro Buen Pastor, descendiente de la familia de David, que conduciría a Israel por los caminos de la verdad y la justicia. (vv. 23-31).

Conozco a mis ovejas y ellas me conocen y siguen
IV Domingo de Pascua de Resurrección (Ciclo B) Jn 10, 11-18 P. Carlos Cardó SJ
Por ser el Israel de la Biblia un pueblo nómada y pastoril, la imagen del Pastor fue empleada frecuentemente en la Escritura, sobre todo por los profetas, para referirse a las autoridades civiles y religiosas, y para hablar de Dios, como el guía y protector de su pueblo. Así, Ezequiel (cap. 34), en tiempos de crisis, cuando Israel lo perdió todo por culpa de una serie de malos gobernantes, y la población fue deportada a Babilonia, hace oír la voz de Dios, pastor solícito, a las ovejas de su pueblo: Yo las sacaré de en medio de los pueblos, las reuniré de entre las naciones y las llevaré a su tierra; las apacentaré en los montes de Israel, en los valles del país… y descansarán como en corral seguro, pastando buenos pastos (34, 13s). Al mismo tiempo, los profetas anunciaron la promesa divina de un futuro Buen Pastor, descendiente de la familia de David, que conduciría a Israel por los caminos de la verdad y la justicia. (vv. 23-31). Entonces la humanidad entera sabrá que yo el Señor, soy su Dios, y que ellos, los israelitas, son mi pueblo (v.30).
